La metamorfosis es el cambio anatómico y de hábitos que experimentan
algunos animales durante el transcurso de su vida. Entre las especies que se
desarrollan de esta forma se encuentran la mayoría de los insectos y los
batracios. Dependiendo de cada una, hay insectos que sufren metamorfosis. Entre
los primeros se encuentran la mosca, la hormiga y la mariposa. La metamorfosis
completa presenta sucesivas etapas de transformación: el huevo, que posee una
envoltura resistente con una parte más débil por donde sale la larva; la larva,
que no tiene alas y en la parte torácica posee seis pares de patas y
generalmente crece rápidamente; la pupa o crisálida, que es el estado en el
cual se produce la mayor transformación, y el insecto adulto o imago, con la
estructura definitiva. Los batracios, como la rana, se desarrollan a partir del
huevo; de éste sale el renacuajo, que tiene cola y branquias para respirar, y
vive en el agua. Cuando el renacuajo crece, las branquias y la cola son
reabsorbidas por el mismo cuerpo y se forman los pulmones y las patas. Por
último, el animal deja el agua y vive en la tierra.
La mariposa experimenta cambios con aspectos diferentes hasta llegar a la forma definitiva del estado adulto. Del huevo pasa a la larva, que tiene seis pares de patas; de la larva, a la crisálida, a través de la cual se observa el insecto en formación, y posteriormente a la etapa adulta
La mariposa experimenta cambios con aspectos diferentes hasta llegar a la forma definitiva del estado adulto. Del huevo pasa a la larva, que tiene seis pares de patas; de la larva, a la crisálida, a través de la cual se observa el insecto en formación, y posteriormente a la etapa adulta
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